Lena trabajando en un hostal
Work & Travel 2017
Comencé mi trabajo en un hostal en Santiago de Chile el lunes, 30, de Octubre. Llegué al mediodía al lugar que iba a ser mi puesto de trabajo por los siguientes dos meses. Enseguida pude conocer a algunos de mis colegas, quienes inmediatamente me parecieron todos simpáticos. Los primeros tres días se sintieron algo desorganizados: Yo había recibido la información, de que alguien me iba a dar una introducción al trabajo, pero eso no fue así. Llegué al Jueves, mi primer día a cargo, sin saber exactamente, que se esperaba de mí.
Al principio, no estaba segura y tenía miedo de hacer algo mal, porque trabajaba en la recepción, recibía huéspedes y, por supuesto también manejaba dinero. Así que tuve que aprender todo sola, pero mis colegas me ayudaron mucho y lo que me calmó un poco, era saber que ellos tampoco habían recibido capacitación. Por lo tanto, al principio sufrí un "choque cultural" y me di cuenta de que en América del Sur simplemente lo toman todo más relajadamente, no como en Alemania, especialmente respecto a puntualidad y citas. La gente simplemente es más relajada que en Europa y me acostumbré rápidamente. En mi segundo día celebramos una fiesta de Halloween en el hostal e inmediatamente me sentí bien y en buenas manos, porque desde el principio me llevé bien con todos. Disfrutaba el trabajo y cada día lo hacía mejor. En mis días libres exploraba la ciudad de Santiago y también hice algunas excursiones por la zona. Visité el Cajón del Maipo, Valparaíso y Viña del Mar.
Desde el principio me emocionó la amabilidad y la calidez de la gente. Conocí a grandes personas y nunca olvidaré este tiempo.
Esto es una traducción. El texto original nos llegó en alemán, lo puedes ver aquí.